
Rwanda, 1994 - Survivor of Hutu death camp.
James Nachtwey ha cubierto guerras y conflictos internacionales como nadie.
Creció en Massachussets y se graduó de Dartmouth. Estudió historia del arte y ciencias políticas. Imágenes de la Segunda Guerra Mundial y movimientos por la lucha de los derechos humanos fueron indispensables en su desarrollo y visión del mundo, factor determinante en la elección de Nachtwey por la fotografía.
Comenzó su carrera en un periódico de Nuevo México, para después moverse a Nueva York y empezar como 'freelancero' para algunas publicaciones.
En su primera correspondencia cubrió un enfrentamiento civil al norte de Irlanda. De ahí pal' real: El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Gaza, Israel, Indonesia, Tailandia, Rusia, Sudáfrica. La lista es inagotable.
A través de la fotografía y los encuadres aprendió a conocer al mundo y a sí mismo, como lo menciona en War Photographer, documental dedicado a su persona, y en el que habla del oficio y la responsabilidad que carga un fotógrafo corresponsal. La misión de informarse cultural e intelectualmente para poder cubrir conflictos. El respeto que el fotoreportero debe manifestar hacia la gente local del conflicto. A final de cuentas, como Nachtwey indica: "La forma de retratar un evento por parte del fotógrafo determinará la concepción que el mundo tenga al respecto".